Como contábamos en la edición pasada, esta columna durante todo el año se centrará bajo un mismo foco temático haciendo referencia a todo lo que el Running nos da. En lo personal, cuando pienso en todo lo que a mí me da siento que podría explayarme horas, porque realmente no puedo imaginar la vida sin correr. Imagino que sería una vida casi vacía. Y lo mismo me pasa si pienso en mis amigos. Muchas veces me pregunto ¿Qué sería de la vida sin los amigos? Y no encuentro respuesta que no sea triste. El Running y los amigos se parecen, porque son cosas que hacen a una vida más linda, y el mundo del Running se caracteriza por regalarnos amigos nuevos todo el tiempo. De todo tipo. Amigos de esos que si bien no son íntimos o cercanos, nos caen bien por el solo hecho de compartir nuestra misma pasión y nos hacen sentir identificados. Capaz los conocimos en las redes o en algún evento y los seguimos a través de sus posts. Y cuando los cruzamos en alguna carrera parece que los hubiéramos visto hace poco aunque no los veamos. Porque sabemos qué están preparando, qué corrieron últimamente, cómo entrenan, y hasta quizás cual es su tiempo objetivo en la carrera que están por largar. A veces nos los cruzamos entrenando y nos saludamos con cierta complicidad y una mirada que casi sin hablar dice mucho. Eso es lo que genera correr, entre tantas otras cosas. Después están los compañeros del Team. Algunos corren parecido a nosotros y son con quienes compartimos las pasadas en clase, salimos a fondear los findes y hacen que 15, 20 o 25 km de trote suave parezcan muchos menos. Y están también los que no corren a nuestro ritmo y no podemos compartir trabajos pero sí muchas otras cosas como el pre y after Running, las extracurriculares, y mil cosas más. Porque los consideramos más que compañeros de equipo: se han vuelto verdaderos amigos. Nos queremos y entendemos y pese a las marcas u objetivos que pueden ser similares o distintos, tenemos los mismos gustos y valores. Y compartimos salidas, viajes, nos quedamos charlando después de entrenar, y esperamos el momento de la clase para vernos.
Los adultos corredores tenemos una gran ventaja, y es la posibilidad de conocer gente con quien divertirnos como cuando éramos chicos. Esto ya lo conté una vez, pero me parece tan lindo que quiero traerlo de nuevo por si alguno de ustedes no lo leyó. En la película Cuenta Conmigo, en una de sus frases más recordadas, el protagonista dice algo así como que nunca más volverá a tener amigos como los que tuvo a los 12 años. Santiago García, conocido corredor y autor de varios libros, en uno de ellos hace referencia a esto aduciendo que él sí volvió a tener amigos como los de los 12 años. Y son los amigos que el Running le dió. Porque esos son el tipo de amigos que nos permiten reírnos de cosas que nadie entiende, hablar horas de temas que a cualquiera parecerían sinsentido, viajar cientos o miles de kilómetros para participar de una carrera juntos, dormir en carpa, ensuciarse, no guardarse aunque llueva, competir a ver quien llega primero, subir una montaña, etc. No es fácil para la gente grande conseguir este tipo de amigos y volver a sentir todas esas cosas comunes de la infancia, a tener compañeros y cómplices de aventuras y desafíos. El que no corre no entiende estas cosas. Por eso los corredores nos sentimos tan a gusto teniendo amigos corredores.
Yo pienso en toda la gente que conocí gracias a este deporte y no puedo sentirme más que agradecida a la vida, y feliz y orgullosa de ser corredora. Amigos de todas las edades, de distintas ciudades, gente que de otra forma hubiera sido difícil cruzarme y que hoy son muy importantes para mí. Gente que me enseña, me divierte, me escucha, me acompaña. Gente que pondera los valores que da el deporte al igual que yo. Gente que me entiende y no piensa que estoy loca si me deprimo porque tardé 20 segundos más de lo esperado, que jamás me diría… “pero si es lo mismo..” porque saben que no es lo mismo. Sin dudarlo puedo decir que una de las cosas más lindas que el Running me dio y me da, es la Amistad. Por eso, y por mucho más, mientras el cuerpo me lo permita, dudo que alguna vez pueda dejar de correr. Porque es mucho lo que el Running me da.