Como comentábamos en las ediciones pasadas, este año la temática central de la columna se basa en todo lo que el running nos da. En la primera edición de 2017 nos referimos a la “Fuerza”, en la siguiente, a los “Amigos”, y ahora vamos a hablar de la “Salud”, un tema recurrente siempre que se quieren enumerar razones para hacer ejercicio y, seguramente, el que encabeza la lista.
Personalmente creo que los beneficios que aporta el ejercicio físico abarcan todos los ámbitos de nuestra vida: físico, mental, espiritual y emocional. Porque nos fortalece tanto el cuerpo, como la cabeza y el espíritu, además del corazón (en todo sentido). Acá te contamos sólo algunos, que seguramente ya leíste o escuchaste un montón de veces, pero no viene mal recordarlos para que estés cada vez más convencido de lo afortunado que sos de poder salir a correr. Sin importar tu edad, sexo, o condición atlética, correr te hará verte, sentirte y estar mejor. Y eso, es: salud.
Nos ayuda a controlar el peso corporal: Correr nos ayuda a mantener un peso saludable porque significa un gasto de energía extra importante. Si comemos lo mismo pero corremos, vamos a bajar de peso gracias al déficit calórico que la actividad conlleva. Si no tenés que perder kilos, entonces habrá que aumentar la ingesta o elegir alimentos más ricos en calorías (que no dejen de ser saludables, claro).
Fortalece los músculos y articulaciones: Corriendo trabajamos casi todo el cuerpo, no sólo los músculos de las piernas entran en acción: también los huesos, las articulaciones, y no únicamente del tren inferior, si no del superior y de la zona media.
Mejora nuestra imagen corporal: Sin sobrepeso y más fuertes y tonificados, sin duda nos veremos mejor. Y esto no sólo repercutirá en nuestra salud sino en nuestra autoestima y estado anímico.
Ayuda a dormir mejor: Correr es un excelente remedio natural contra el insomnio. Seguro habrás notado que los días de entrenamiento (y más en los intensos) dormís mejor. Y no es casualidad.
Baja el Stress: Cuando corremos, por un rato nos alejamos de la rutina y los problemas, nos damos un tiempo para nosotros. Correr realmente puede funcionar como un cable a tierra para liberar tensiones, desahogarnos, y experimentar un tipo de meditación activa, muy útil para tranquilizarnos cuando estamos agobiados.
Recrea y sociabiliza: La alegría también es salud. Divertirse, conocer gente, compartir momentos lindos con quienes tienen nuestras mismas afinidades, son cosas que hacen a una mejor calidad de vida. Y un corazón contento es la clave para un cuerpo sano.
Nos ayuda a pensar con más claridad: Después de correr pareciera que la cabeza y las ideas están mas limpias. A mí, al menos, me pasa que me ayuda a pensar mejor, me vuelve más lúcida, me ayuda a ser menos impulsiva y más serena. Si tengo bronca y debo tomar una decisión importante, espero a hacerlo después de correr, porque entonces todo se vuelve menos dramático y yo me siento más tranquila.
Disminuye la angustia y la bronca: Correr libera endorfinas y esto es asií de verdad. No es un dicho popular ni una frase de moda. Está comprobado científicamente por estudios y también por miles de corredores que aseguramos que después de correr, las cosas parecen verse de otro color, y nos sentimos más felices. Si estás enojado o triste, salí a correr, seguramente cuando vuelvas te vas a sorprender de lo que unos kilómetros pueden causar en tu espíritu.
Mejora el funcionamiento del corazón y los pulmones: Nuestro “motor” se fortalece también corriendo, al igual que nuestra “máquina” (que sería el aparato locomotor: músculos, huesos y articulaciones). Correr nos regala pulmones y corazones más fuertes y eficientes. Y menos propensos a enfermedades.
Aumenta la esperanza y calidad de vida: No hay dudas que haciendo actividad física vamos a estar más sanos, nos vamos a enfermar menos y, por consiguiente, vamos a vivir más y mejores años. Correr nos ayuda a vivir más y mucho mejor, que es lo realmente importante.
Por todo esto y más, indudablemente, el running entre tantas cosas nos da también Salud. Por eso, también indudablemente, yo amo y elijo correr!