Está lleno de gente que quiere verse mejor. Sentirse mejor, comer mejor, hacer ejercicio. Pero no llevan el estilo de vida que, en general, requiere un cuerpo saludable. Están quienes reniegan de la edad o de la falta de tiempo. Aseguran que les encantaría hacer deporte, pero no tienen tiempo. Que sería buenísimo comer más sano, pero que con hijos chiquitos en casa y las facturas a diario en el trabajo, se hace cuesta arriba. La mayoría culpa al DNI o a la tiroides: «Es que ya tengo 45, a los 20 comía lo que quería y no engordaba. Después me cambió el metabolismo». ¿Todo esto es real? Sí y no. ¿Todo esto impide a todos los mortales cumplir el cometido de verse bien? No. ¿Conclusión? Podés cambiar el chip mental en este mismo momento. Todo, o casi todo, está en tu cabeza. En tu actitud. Restale todos los días una hora a la cama, a la tele, o al celular, y vas a ver cómo podés lograr cambios radicales con una simple redistribución del tiempo.
Vacaciones en modo Fit On
- Playa:Aprovechá para salir a trotar o caminar por la costa. Pero nunca descalzo. La arena es muy placentera, pero peligrosa para los pies: te podés doblar fácil un tobillo, especialmente si no sos un corredor experto. Elegí siempre las superficies más firmes y lisas que encuentres.
- Ciudad:Conocer lugares nuevos en bici es buenísimo. Rompé con lo habitual en modo turista (taxi, tren, subte) y alquilate una bici para el total de la estadía en el lugar. No te vas a arrepentir.
- Sierras o montaña:No hace falta ser un supermontañista para subir cerros. Si estás en un destino ondulado, animate al trekking. Nadie te apura. Podés hacerlo despacio y en etapas. Los lugares a los que solo se accede andando suelen pagar el esfuerzo con mucha gratificación personal, y paisajes únicos.
El mito del metabolismo
Muchas veces creemos que los kilos de más son culpa de las glándulas. Pero Daniela Mana, especialista en endocrinología y experta en tiroides, lo explica bien claro: «Los problemas endocrinológicos que causan sobrepeso, en general, no significan más de tres o cinco kilos, y se resuelven fácil y rápido con una pastilla. Cuando un paciente se acerca al consultorio con 10 o 20 kilos de más, la culpa no la tiene su glándula tiroides, sino su alimentación».
Sería bueno consultar a un especialista y sacarte la duda.
Lo que comemos es determinante. No hay forma de bajar de peso, aunque te mates en el gimnasio, cuando las calorías sobran. Todas las excedentes se van a convertir en grasa, sin importar de dónde vengan. Sí, las de las frutas también. Por eso, es clave saber cuánto, cómo y qué comer. Y, para ayudarte en eso, un especialista en nutrición podrá hacer la diferencia, porque aunque creas que todo pasa por manejar la ansiedad y ya sabés qué comer y qué no, muchas veces no es tan así.
Animate a ir por ese cambio. Si querés, podés. Pero antes preguntate: ¿realmente lo quiero? Muchas veces, se trata de un autoboicot. Capaz terapia no vendría mal. Hay quienes precisan psicólogo, nutricionista, entrenador, endocrinólogo. Y hay quienes lo logran solos. Si pensás que sos del primer grupo, ponete en marcha y arrancá a pedir turnos hoy. Cada persona es un mundo. Lo cierto es que hay muchas cosas que se pueden hacer. Van algunas ideas que te pueden ayudar a afinar la silueta y a fortalecer los músculos este verano de cara a un 2020 en busca de tu mejor versión.
Ideas para un verano en movimiento
- Incursioná en turismo aventura
- Hacé un curso de escalada
- Movete siempre en bici
- Sumate a un Running Team
- Anotate en una pileta por la temporada
- Usá más las escaleras
- Tomá clases de baile
- Arrancá con clases de box (cumplí tu sueño de sentirte Rocky)
- Empezá finalmente el gimnasio
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