Cuando en marzo empezó la cuarentena y tuvimos que quedarnos en casa, los corredores nos las ingeniamos para encontrar alternativas y seguir activos. Quizás pensábamos que sería cuestión de semanas. No esperábamos un 2020 casi completo sin carreras. Tantos meses sin “objetivos” concretos, esa palabra mágica que da ganas de cumplir el entrenamiento con o sin ganas. Primero fueron la suspensión de las carreras, luego los entrenamientos con el Running Team, y por último, lo peor: la prohibición absoluta para salir a correr, incluso de forma individual. Fueron pasando los meses y muchos empezaron a abandonar.
De la vigorexia inicial que empujaba a sumar clases de todo tipo desde el celular, o la compra del rodillo o la cinta, de a poco se fue pasando a un nuevo estado más relajado, donde las ganas ya no acompañaban como al principio. Hubo muchos de esos casos entre corredores y no corredores, que arrancaron el confinamiento a full pero mes a mes fueron perdiendo la rutina fit hasta quizás abandonarla por completo. Incluso hubo muchos runners que cuando se encontraron con la permisión para salir a entrenar al aire libre, prefirieron seguir adentro y no correr. Por miedo, por respeto al contexto, o por falta de ganas.
Hoy a más de seis meses de iniciada la cuarentena todavía existen lugares en donde no se permite la actividad aeróbica al aire libre. Y mismo en CABA, se permite pero con restricciones.
Claramente jamás imaginamos la magnitud y extensión de todo esto.Para muchos, la última carrera en la que sentimos la adrenalina y la euforia de la competencia fue El Cruce Tandilia en enero. Luego esperábamos los clásicos de apertura del calendario porteños como Unicef o Women Night Run, pero con ellas, en marzo arrancó la seguidilla de cancelaciones.
Este domingo 20 de Septiembre se hubiera corrido la maratón Internacional de Buenos Aires, la fiesta en zapatillas más emblemática de nuestro calendario atlético que en 2019 congregó a casi diez mil personas convirtiéndose en la 42 K más rápida y convocante de América Latina. Y el último fin de semana de Agosto, hubiera sido cita de la media maratón, también la más grande (con más de veinte mil participantes) y veloz del continente. Los juegos olímpicos de Tokyo también fueron cancelados, al igual que todas las maratones internacionales y pruebas deportivas del mundo entero. Si bien sabemos que cada día falta menos para recuperar todo lo pausado y que nos hace tanta falta a los apasionados del atletismo y del running, no tenemos mucha data de fechas y eventos confirmados en nuestro país.
Frente a este escenario de cancelaciones y restricciones para la práctica deportiva digno de desmotivar incluso a los fanáticos, muchos, huérfanos de objetivos perdieron el gusto por correr, y temen que esas ganas no regresen, aún cuando los eventos deportivos regresen a las calles, pistas, y senderos.
Una buena forma de darse ánimo para activar es pensar en todos los beneficios que aporta el ejercicio más allá de lo netamente deportivo. En la mejora en la salud física y mental, y en las sagradas endorfinas, esas hormonas súper poderosas. Evocar la sensación que nos inunda cuando volvemos de un entrenamiento de esos que nos dejan sin aliento, con las piernas cansadas, pero el corazón lleno. Porque después de correr, muchas veces, no sólo nos sentimos mejor, si no que pensamos mejor.
La tormenta hormonal que se genera en el organismo logra aclarar ideas y serenar espíritus. Además de regalarnos alegría y fuerza. También funciona pensar en esos sueños que tenemos en la cabeza. Esa carrera o esa montaña que nos quita el sueño. Porque mientras tengamos salud, ganas, y voluntad, podemos lograr casi todo lo que nos propongamos. Otro buen recurso es recordar que todo esto no seguirá indefinidamente. Y que cuando vuelvan los eventos, en algún momento querremos participar, y cuanto menos condición física hayamos perdido, menos duro será el regreso. ¿Pero cuándo será ese regreso?
Es muy probable que en el ámbito del atletismo federado, en pista, se retomen actividades con torneos en CABA hacia fines de Octubre, y se habla también de la primera competencia de calle porteña para noviembre con la Milla Urbana, esa carrera emblemática que parece amigar al atletismo con el Running reuniendo a runners y atletas en el mismo asfalto para disfrutar 1609 metros frenéticos.
No hay anuncio oficial confirmado pero esta prueba pareciera que daría apertura a los eventos de Running de Capital Federal nuevamente. Y se habla de posibles fechas para el 14 o 15 de Noviembre. Su modalidad ya impuesta desde siempre con largadas divididas por categorías se alinea perfecto a las medidas que seguramente tendrá el nuevo protocolo para las carreras apuntando a la menor cantidad de situaciones multitudinarias posibles. Aquellas clásicas largadas masivas con una única cuenta regresiva para diez mil personas o más, quizás queden sólo en la memoria de los corredores por un buen tiempo. Quién sabe cuánto. Y quién sabe si volverán.
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